Queda prohibido...

Queda prohibido llorar sin aprender,

levantarte un día sin saber qué hacer,
tener miedo a tus recuerdos.

Queda prohibido no sonreír a los problemas,
no luchar por lo que quieres,
abandonarlo todo por miedo,
no convertir en realidad tus sueños.

Queda prohibido no demostrar tu amor,
hacer que alguien pague tus deudas y el mal humor.

Queda prohibido dejar a tus amigos,
no intentar comprender lo que vivieron juntos,
llamarles sólo cuando los necesitas.

Queda prohibido no ser tú ante la gente,
fingir ante las personas que no te importan,
hacerte el gracioso con tal de que te recuerden,
olvidar a toda la gente que te quiere.

Queda prohibido no hacer las cosas por ti mismo,
tener miedo a la vida y a sus compromisos,
no vivir cada día como si fuera un último suspiro.

Queda prohibido echar a alguien de menos sin 
alegrarte, olvidar sus ojos, su risa, 
todo porque sus caminos han dejado de abrazarse, 
olvidar su pasado y pagarlo con su presente.

Queda prohibido no intentar comprender a las personas,
pensar que sus vidas valen más que la tuya, 
no saber que cada uno tiene su camino y su dicha.

Queda prohibido no crear tu historia, 
no tener un momento para la gente que te necesita, 
no comprender que lo que la vida te da, también te lo quita.

Queda prohibido no buscar tu felicidad, 
no vivir tu vida con una actitud positiva, 
no pensar en que podemos ser mejores, 
no sentir que sin ti este mundo no sería igual.

¿Y ahora qué?

¿Y ahora qué? ¿Qué va a pasar con todo este esfuerzo, todas esas noches sin dormir pensando en ti, todos esos planes de futuro, todas esas ilusiones? Supongo que todo fue eso, una ilusión, nada más. Una corta historia que empezó un día de una forma inesperada y terminó de igual manera. Nunca me he llegado a imaginar que las cosas pueden cambiar tanto en unos días, como de ser nada pasas a ser todo, pero cuando es al revés, cuando pasas de ser todo a nada, duele y no puedes evitar que esto suceda, por mucho que lo intentes. No quiero reconocerlo, no consigo asimilar que ese día todo cambió y ya nada volverá a ser lo mismo.

En las nubes.

Luego llegan los primeros mensajes, los primeros "Te quiero",  los motes tontos con ella, las primeras quedadas en las que todo es perfecto, hasta el más mínimo detalle; un abrazo inesperado por la espalda, un beso, un guiño, cualquier cosa que a otro le parecería una tontería, pero que a ti te saca una sonrisa que te dura varios días al recordarlo. También están esos "Te echo de menos y acabamos de separarnos", esos que te dan más ganas aún de ver a esa persona y estar con ella siempre. Te sientes en las nubes y nada conseguiría bajarte de ahí.

Partiste mis esquemas.

Todo empieza un día, así, sin tón ni són, sin andar buscándolo, de repente llega esa chica que te rompe todos los esquemas. Te hace sonreír y empezáis a tontear, te da su cariño y tú no sabes por qué, pero eso te gusta y te dejas llevar. Ya solamente quieres malgastar tu tiempo con ella, hacer tonterías para que se ría, abrazarla, cualquier cosa, pero todo con ella. En ese momento ya no hay vuelta atrás, te has enamorado.